Vino seco: todo lo que debe saber
Una de las primeras preguntas que ha de hacerse todo aquel que desee iniciarse en el mundo del vino es qué es exactamente un vino seco y cuáles son sus principales características.
Esta definición es muy importante debido a que, a pesar de que existen muchos vinos semisecos o dulces en el mercado a día de hoy, la gran parte de los productos de mayor calidad son vinos secos tintos o blancos.
A lo largo del siguiente artículo descubrirá cuáles son las particularidades de un vino seco, qué procesos de elaboración hay que seguir para producirlo y qué sabores se asocian a estos vinos en líneas generales.
¿Qué es un vino seco?
A efectos prácticos, podríamos definir un vino seco como aquel que contiene una cantidad nula o muy reducida de azúcar residual (por lo general, ente 1 y 3 gramos de azúcar por litro).
Dicho de forma más técnica, un vino se considera seco cuando en su fermentación, los azúcares presentes en el mosto de las uvas se convierten en alcohol generando, además, dióxido de carbono.
Esto es, a grandes rasgos, todo lo que se necesita para saber que significa que un vino sea seco. Sin embargo, esto es mera teoría, por lo que lo mejor que se puede hacer para identificar un vino seco es probarlo y analizar su sabor y aromas. Conceptos que analizaremos en profundidad más adelante.
Antes de continuar, cabe indicar que si el producto posee más de 4 gramos de azúcar por litro, podríamos catalogarlo como vino semiseco, semidulce con más de 30, y más de 50, dulce. Productos que se obtienen al interrumpir el proceso de fermentación antes de que todo el azúcar se haya transformado en alcohol.
Así se elabora un vino seco
A muy grandes rasgos, ese el proceso de elaboración del vino seco, pero ¿cómo se obtienen exactamente estos productos?
Todo empieza con la vendimia de las uvas en el momento óptimo de madurez y la obtención del mosto.
Acto seguido, este se coloca en depósitos o barricas y se añade levadura o se usan las levaduras propias del viñedo, las cuales convierte los azúcares del mosto en alcohol.
Este proceso puede durar varios días o semanas, ya que se debe eliminar prácticamente todo el azúcar de la uva.
Después, algunos vinos, todos los tintos, pasan por una segunda fermentación conocida como fermentación maloláctica, donde el ácido málico se convierten en ácido láctico. Dicho proceso se utiliza para suavizar el sabor del vino.
Por último, y como paso opcional, el vino puede criarse en barricas de roble u otros recipientes para envejecer y así desarrollar su sabor y complejidad con lo que estos materiales aporten al vino que contienen.
¿A qué saben los vinos secos?
Un vino seco no tiene sabores dulces perceptibles debido a la ausencia de azúcares residuales. Aunque puede resultar goloso en su paso por la boca, como ocurre con la agradable fruta roja y negra que se disfruta en los vinos elaborados con la variedad Tempranillo y que puede descubrir en www.solardesamaniego.com
A pesar de ello, los vinos secos son conocidos por presentar una amplia gama de sabores y aromas, que pueden variar dependiendo de factores como el tipo de uvas empleadas, la región de cultivo, las prácticas de vinificación y el grado de envejecimiento.
A continuación le presentamos algunas características comunes asociadas a los vinos secos:
- Acidez: los vinos secos suelen tener una acidez notable, lo cual puede proporcionar una sensación refrescante y estimulante en el paladar.
- Taninos: los vinos tintos secos a menudo presentan taninos, que son compuestos naturales que provienen de la piel y las semillas de las uvas, o son aportados por la crianza en madera, y generan un gusto amargo y seco en boca.
- Sabores y aromas afrutados: dependiendo de la variedad de uva y del proceso de vinificación, un vino seco puede presentar sabores y aromas frutales, aunque estos serán menos dulzones y menos concentrados que en un vino semiseco, semidulce o dulce.
- Notas herbáceas, florales y minerales: en algunos vinos también pueden apreciarse aromas y sabores que van desde hierbas frescas y flores hasta características minerales, que pueden ser influencia del suelo y la zona climática donde se cultivaron las uvas.
- Toques de madera y especias: si un vino se ha envejecido en barricas de roble u otro tipo de madera, el producto final podría adquirir notas de vainilla, especias, cuero y balsámicos, e incluso obtener un gusto tostado, ahumado, etc.
Y esto resume a grandes rasgos lo que se debe saber para apreciar las sensaciones provocadas por un vino seco.
Ahora le toca a usted experimentar y probar diferentes tipos de vinos secos como los que les ofrecemos de Rioja y Ribera del Duero en la tienda online de Solar de Samaniego.
Experimentar en su casa con la uva Tempranillo elaborada en estas dos diferentes zonas: apreciar las notas diferenciales del uso del roble americano o francés; la mayor o menor extracción en su elaboración; los usos de depósitos de hormigón o inoxidable; o los tiempos de crianza, le permitirá comenzar a detectar todos sus matices y escoger cuáles son sus preferidos.
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Variedades de Uva
En el Grupo Solar de Samaniego trabajamos principalmente la variedad Tempranillo o Tinta del País. Además, utilizamos otras variedades mejorantes como puedan ser Graciano, Cabernet Sauvignon y Merlot.
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