Óptimo de Durón es un vino que se elabora con uva Tinta del País, Cabernet Sauvignon y, en ocasiones,
Merlot, procedentes del paraje del Durón en el corazón de Ribera del Duero.
Realiza una crianza de 14 meses en barricas de roble francés y reposa en botella hasta adquirir la
condición de Reserva siguiendo las normas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del
Duero.
Histórico vino de la ribera burgalesa
Ensamblaje de Tinta del País, Cabernet Sauvignon y, en ocasiones, Merlot.
Elaboración muy limitada debido a la selección de cada racimo.
Óptimo de Durón es el reflejo de siglos de historia, paciencia y pasión por la tierra. Cada botella encierra una experiencia que trasciende el tiempo.
Color rojo picota con ribetes del mismo color. En nariz posee una alta intensidad aromática con aromas a frutas rojas maduras, como cerezas o frambuesas, envueltos en notas de cacao y tofe con balsámicos. En boca está equilibrado, con taninos maduros procedentes de la madera. Es largo, muy agradable y gastronómico.
Un relato líquido de la historia y el paisaje de Roa de Duero
El paraje del Durón se ubica en Roa, en la Ribera del Duero de Burgos, una zona con una larga tradición en
el cultivo de la vid que se remonta a la época prerromana y que goza de un enorme prestigio en la
actualidad. Se trata de una zona de viñedos con una altitud media de 850 metros que es atravesada por el
Arroyo de San Miguel, que desemboca en el río Duero.
Aquí, la Tinta del País alcanza nuestra expresión deseada: complejidad, energía y finura, junto a una
magnífica capacidad de envejecimiento. La heterogeneidad de los suelos, el potencial y la complejidad de la
Tinta del País son condiciones necesarias para elaborar el estilo de vinos que queremos para Óptimo de
Durón.
En la D.O. Ribera del Duero predomina un clima continental, con un considerable salto térmico entre el día y
la noche. Esto resulta en vinos muy aromáticos, complejos y con mayor estructura.
Óptimo de Durón se elabora para destacar su finura, manteniendo el carácter castellano de los vinos de la
Ribera del Duero.
Un relato líquido de la historia y el paisaje de Roa de Duero
Después de más de 20 vendimias en Rioja elaborando vinos clásicos y elegantes basados en la variedad
Tempranillo, el Grupo Solar de Samaniego decidió establecerse en Ribera del Duero para elaborar vinos tintos
que reflejaran la espléndida finura y categoría de la Tinta del País en el clima continental de los páramos
burgaleses. Un lugar con larga tradición en el cultivo de la vid que se remonta a la época prerromana.
Con la bodega situada sobre una loma rodeada de 100 Has de viñedos propios, se otea la ribera del Río Duero
y se descubren los grandes hitos que allí se relataron. Un emplazamiento con un tesoro oculto bajo sus
cimientos: un singular, por innovador, taller de fundición de campanas registrado en los tratados medievales
sobre metalurgia - concretamente los recopilados en el siglo XII por el monje benedictino Teófilo-. Uno de
los ejemplos más antiguos de tecnología de fundición de campanas caracterizado arqueológicamente, cedido a
la Diputación de Burgos.
Ese espíritu renovador, esa atmósfera de progreso que inspira y sustenta el proyecto se une a la mirada de
una Castilla resultado del trabajo de la tierra y la sencillez. Un ejemplo de paisaje recio y profundo,
hondo como las raíces de las vides que buscan el horizonte calizo.
Sus vinos cuentan una leyenda que permite leer y sentir el paisaje que rodea las parcelas de viñedo. Relatos
líquidos para conocer las tradiciones, memorias y crónicas de un lugar.
Se continúa así con el testimonio de un lugar preñado de hondas repercusiones históricas, eco de la historia
de España. Esta sobriedad y austeridad fue fuente de inspiración de los autores místicos y de la Generación
del 98: Antonio Machado, Azorín, Unamuno...
Tierra nervuda, enjuta, despejada, madre de corazones y de brazos, toma el presente en ti viejos colores
del
noble antaño.
• Castilla, de Miguel de Unamuno.